martes, 24 de febrero de 2009

Viaje a las tierras del Caldén

Subo un poco nerviosa, a medida que pasan los minutos me acomodo, enseguida viene el azafato con la comida, la disfruto (tengo hambre). Me encanta el ananá y la cereza de la entrada.
Mi cabeza empieza a volar. Saco la lap, me tapo y empieza la peli. De vez en cuando miro el cielo por la ventanilla, lleno de estrellas, tengo ganas de compartirlo.
Después de un rato de peli, tengo sueño, apago todo y me inquieto pensando en que me deparará el destino mañana," todavía no sé que hacer con uno de los formularios"... me pongo ansiosa. "NO!!! ahora es momento de dormir", me digo. Me relajo y me desconecto del mundo... suena el cel!!! Vuelvo los ojos a las estrellas, y ahi recién empiezo a disfrutar del viaje. Tomo conciencia de la soledad y me hago compañia, mientras empiezo a pensar: "es bueno estar solo de vez en cuando", después de todo con quién voy a compartir mi vida, si o sí, es conmigo. Mejor me llevo bien.

martes, 17 de febrero de 2009

Recién me despierto, todavía intento darle sentido a las imagenes que tuve en sueños. Las ubico de manera tal de darle una secuencia temporal. No me gustan, me ponen mal. Me debo haber despertado por eso.
Yo siempre digo que soñar es como vivir una vida paralela, y como ejercicio siempre intento recordar que soñé, muchas veces ni lo necesito, y hasta deseo no haber despertado, otras, como hoy, me alegro de haberlo hecho. Algunas veces me asusto porque les doy significados que podrían movilizar mi vida conciente, y me pregunto si es cierto que uno sueña cosas que realmente desea que le pasen.
Más allá de algunos sueños siniestros, o que nos complican la cabeza, es lindo dejarse llevar, uno es más libre y pasan cosas tan locas! incoherentes, uno hace cosas que no haría, o que fisicamente serían imposibles....
Pensándolo bien.... después de todo, lo soñé o pasó realmente???

jueves, 12 de febrero de 2009

REALIDADES IRREALIZABLES

Plaza con arboles de cemento, bordeada con arena.
No queria que nadie me vea, nos escondimos detras de una cortina
en un patio no tan escondido.
Te abrazaba y te dolia una muela.
Cuarto soñado demasiado oscuro, maderas despegadas.
Calle de tierra, al lado del rio, vos manejabas, yo no queria subir,
ya no querias seguir manejando.
Avenida ochentosa con luces radiantes, entramos en uno de esos negocios en
donde habia gente ocupada con su cabello.
Un tiron en tu espalda, hace que abandones definitivamente el volante y
una mujer no identificada practica en tu cuerpo unos pseudomasajes nerviosos.
Yo me quedo arriba del auto, observando la imagen totalmente naturalizada en mi sueño.